MONSTRUO.
 
Nunca entendí por qué nadie veía al monstruo. Al gris, feo y maloliente monstruo que se esconde a plena vista. En cada calle, en cada esquina, en cada casa. En cada tienda que te vende lo que no necesitas. En cada receta dada para algo que aún no tienes. En cada programa que te "educa y entretiene" Nunca supe por qué no gritaban y corrían al notar su presencia. En los bares cercanos, en sus drogas legales. En las leyes y las normas para no ser un "problema" En las noticias de un mundo que se rompe en pedazos. En las oficinas, en los bancos que te prestan lo robado. No ven al monstruo. Al gran monstruo. Al monstruo final. Hasta que lo entendí. Hasta que vi claramente por qué. Porque les gustaba ese monstruo. Les complacía ese monstruo. Les calmaba ese monstruo. Les excitaba ese monstruo. Porque ese monstruo eran ellos. Y ellos lo son todo. Para ellos. Desde ese momento, yo tampoco veo al monstruo. Y ahora es peor y da más miedo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
