NADA...


Nada.

No tengo nada.

En principio, suena triste.

Y según cómo te lo tomes, puede llegar a serlo, sí. 

Pero a mí me suena a libertad.

A viajar ligero, sin lastre. 

Sin pesos, peros ni concesiones. 

Nada. 

La más absoluta nada. 

No tengo nada que perder.

Nada que ganar.

Nada ni nadie a quien defraudar (excepto a mí mismo, claro, pero eso no es nada)

No tengo nada que esperar de nadie.

Y no estoy obligado a entregar nada a nadie.

Y no me enfado por nada. 

Nada. 

Porque en ese nada, se incluye el corazón, los sentimientos, las emociones.

No hay, no hay nada.

Pero cual coraza vacía, floto en el temporal.

No me hundo como el resto.

Nada tira de mí hacia abajo, hacia el fondo.

Nada me ata.

Nada me lo impide y, ¡oh!, eso es una maravilla en cualquier contexto imaginable.

Nada. 

Nada que y por lo que aparentar.

Si nada tienes, nada debes.

Nada arriesgas.

Nada pierdes.

Tampoco ganas nada, pero es que este antiguo y previsible juego hace tiempo que me aburre.

No tengo nada.

Nada.

Y así está bien.

Así acaban y empiezan las etapas... Cuando ya no queda nada.

La nada es, quizás y visto así, el mayor motor de cambio de la historia del planeta.

Nada por aquí, nada por allá.

Absolutamente nada.

Y en mi cabeza suena fenomenal.

Y en mi corazón no se echa en falta nada.

Nada.

Vacío de rencores, de odios, de expectativas, de recelos, de frustraciones, de penas y de traiciones.

Tampoco hay amor, pero ni falta que hace con lo sobrevalorado que está hoy en día, más que nada. 

Así que de eso nada, monada. 

¿En qué piensas? , dicen... En nada.

Nada.

Así me gusta, así me quedo, así sigo adelante.

Con nada que temer.

Nada que probar.

Nada que demostrar.

Nada que ser si no quiero ser.

Puede que a la mayoría os suene pesimista, oscuro o derrotista esto que escribo... 

Pero para nada.

Me preguntaréis, seguro: Sergio, ¿qué te pasa?

Y os diré, alto y claro: NADA.

Nada de nada.

Gracias.

De nada. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

DARKROMANTIK

MONSTRUO.

TORMENT(O)A.