TORMENT(O)A.
... Y entonces empezó a llover con fuerza. Claudio se subió impulsivamente el cuello de la cazadora de cuero pero no miró hacia arriba. No le hacía falta para saber lo que había en el cielo: tormenta. Y de las gordas. El broche perfecto a un día estupendo, a una semana cojonuda, a un mes de puta madre. Modo ironía ON, claro. Claudio estaba solo. Otra vez. Y solo, ahora sí, significaba completamente solo. En el peor momento. En su peor valle. En la cúspide de su profundidad. Oportuno él. Ella. Todos. ...truenos, relámpagos, y el cielo derramándose, furioso, sobre él. Sobre todo ser vivo. Claudio sabía que la vida era una mierda, sí, pero hasta hace bien poco no sabía que la vida se empeñaba, con ganas, en demostrarlo con rotundidad. La muy cabrona. Los problemas venían de 3 en 3, decían. Los cojones. Claudio había dejado de contar en 13, y eso desde ayer... Y seguían. Claro que seguían. ¡Jajajajaja, no iban a parar! ¡Alegría! Si la vida te da limones, hazte limonada. Ya. Ok, ...